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Tweet #etiquetadoras roll-fed
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2014 es un año importante para P.E. Labellers: en abril cumplió 40 años de vida. La empresa de Mantua, especializada en la producción de etiquetadoras rotativas y lineales, que cuenta hoy con una plantilla de aproximadamente 400 personas, de las cuales unas 280 en Italia, ha conseguido crecer y desarrollarse continuamente gracias al espíritu emprendedor y previsor de su fundador, 
Bruno Negri, que desde 1974, cuando trabajaba en una empresa de etiquetadoras, decidió ponerse a prueba dando vida a su propio negocio. Siendo un atento observador y un buen intérprete de las exigencias del mercado, consiguió a lo largo de los años ratificarse y distinguirse de la competencia, afinando y ampliando paso a paso, en cuanto a número y cantidad, las tecnologías que propone al mercado.
P.E. LABELLERS recoge hoy los frutos de una firme y contundente política de consolidación, que apunta al dominio de todas las fases de producción. Ya a partir de mediados de los ochenta, P.E. Labellers pretendía no ser simplemente una ensambladora de etiquetadoras, sino complementar la cadena de producción, de la materia prima a la máquina acabada, creando, siempre en la provincia de Mantua, unidades productivas colaterales: la tornería para la producción de las piezas, la carpintería para las bancadas, y un establecimiento para herramientas varias. Sucesivamente se abrieron también establecimientos especializados en los diferentes tipos de etiquetado: uno para las máquinas lineales autoadhesivas (Packlab), uno para las etiquetadoras con velocidades medias y bajas, otro para las etiquetadoras roll-fed y Adhesleeve Technology y, por último, un establecimiento para la producción de etiquetadoras de alta velocidad y tecnológicamente más complejas.
“Choose the specialist”, el lema adoptado en los últimos años, identifica a la empresa con todas sus potencialidades. El mensaje es claro: opte por el especialista.
Durante los últimos 15 años, la empresa ha ampliado sus fronteras, desarrollando filiales y actividades en el exterior. Actualmente, P.E. Labellers cuenta con un establecimiento de producción de 3500 metros cuadrados en Cincinnati (EE. UU.), y con uno de 1500 en São Paulo. Cuenta también con sedes comerciales, dedicadas a la venta y la asistencia, en Francia, Escocia y China, y abrirá pronto un nuevo establecimiento de producción en Argelia, desde donde se cubrirá el mercado del Magreb.
P.E. Labellers desea, pues, posicionarse en el mercado internacional como proveedor global pero a nivel local. El objetivo consiste en la estandarización de los procedimientos del grupo a nivel de proyecto, producción y gestión, mediante el programa ERP “SAP”. La estructura informática está instalada en un centro de procesamiento de datos ubicado en la sede Mantua, con un sistema externo de “disaster recovery”.
A continuación, una breve entrevista a Bruno Negri, quien nos cuenta su experiencia en estos primeros 40 años de actividad.
– ¿Qué hay detrás del éxito de P.E. LABELLERS?
Actualmente es indispensable ofrecer calidad y velocidad sin necesidad de un mantenimiento excesivo, y ser capaces, en tiempos sumamente rápidos, de resolver los problemas del cliente: son los servicios y la calidad ofrecidos que hacen grande una empresa.
Nuestro departamento de investigación y desarrollo, compuesto por 10 ingenieros, trabaja para el grupo entero y se encarga de analizar constantemente las novedades y desarrollos tecnológicos en los cuales invertir, según las exigencias del mercado. El verdadero punto fuerte está en conseguir adelantarse a las necesidades del mercado, proponiendo determinadas soluciones antes que los demás.
Una empresa que crece y no desea detenerse ni desacelerar su paso hacia el éxito, debe equiparse para dar cada vez más y responder oportunamente a todas las dificultades: para ampliar su cartera de clientes, debe luchar contra la competencia ofreciendo no solo la tecnología más avanzada, sino también una serie de servicios mejores. Hasta hace veinte años bastaba con ofrecer un producto excelente; hoy, en cambio, es necesario ser cada vez más competitivos en cuanto a los servicios ofrecidos, la atención al cliente y la asistencia continua.
– ¿Cómo se produjo específicamente la expansión de la empresa hacia el exterior? ¿Cuáles fueron los primeros mercados a los que se asomó P.E. LABELLERS?
En 1978 participamos en la primera feria en Francia, y a partir de ese momento hemos estado presentes en numerosas ferias internacionales y nos hemos abierto hacia el mercado extranjero. Las ferias permiten conseguir nuevos contactos y tantear el terreno en distintos países y con potenciales colaboradores. La selección del país en el que se va a establecer una nueva sede de producción no es casual. Deben evaluarse parámetros precisos, como exigencias específicas de mercado y capacidades logísticas. Con los años, surgió la posibilidad de fundar nuevas filiales en Francia, Estados Unidos, Brasil y, tras un atento estudio del mercado local, también en China y Magreb.
En los ochenta, la relación entre mercado nacional e internacional era de 50 a 50. Actualmente, el grupo produce unas 400 etiquetadoras al año: menos del 5% se destinan al mercado italiano, y las demás van al extranjero.
– ¿Cómo se llega a contar entre los propios clientes con nombres de la talla de Coca Cola, G.H. MUMM, Henkel… ?
Ofrecemos máquinas de la más alta calidad, seguras y prácticas para los operadores. Lo que le proponemos al mercado es algo tecnológicamente más avanzado que lo de los demás; es necesario proponerse continua y eficazmente.
Es importante construir una buena reputación, ofreciendo productos con una óptima relación calidad/precio, pero no es todo: los clientes necesitan asistencia, y es necesario poder ofrecer una serie de garantías imprescindibles para el éxito de las relaciones económicas.
Desde Italia administramos la red de ventas en el mundo entero. Desde aquí salen nuestros managers para dar soporte a las estructuras comerciales de los demás países; sobre todo en casos en los que se requiera una tecnología innovadora o máquinas particularmente complejas.
– ¿Cuánto duran en promedio las máquinas y cómo se maneja el problema del mantenimiento y la asistencia al cliente?
Nuestras etiquetadoras tienen una vida útil promedio de 15 a 25 años. Apuntamos, desde siempre, y el mercado ha sabido reconocerlo, a eliminar o reducir drásticamente el mantenimiento. Las piezas sujetas a desgaste se reemplazan al realizar las operaciones de mantenimiento programadas, y para poder resolver fácilmente los problemas de tipo electrónico hemos equipado todas y cada una de las máquinas con un dispositivo especial para la teleasistencia. Básicamente, desde las oficinas de nuestra sede italiana podemos controlar mediante la web las máquinas instaladas en cualquier lugar del mundo, evaluar el problema y en la gran mayoría de los casos, resolverlo a distancia, sin necesidad de que intervenga un técnico en el lugar de instalación.
– ¿Según su experiencia, cuál es el secreto para mantener una empresa en buena salud?
Además de ofrecer un catálogo de productos de alta calidad con el precio más razonable posible, hay que intentar ser innovadores, creer en lo que se hace, estar dispuestos también a correr riesgos; es importante creer en sí mismos en todo momento. Me gustan los retos y me gusta estudiar el mercado internacional. Hay que saber entender cuáles son los países que ofrecen mayores potencialidades, y acercarse a ellos en el momento correcto, como lo hicimos por ejemplo en el caso de Brasil. P.E. Labellers cuenta hoy en día con la gama más completa de etiquetadoras de todo el país: nuestro objetivo actual es convertirnos en líderes en el mercado brasileño con P.E. Latina; hay que invertir tiempo y recursos, pero haremos todo lo que esté a nuestro alcance para lograrlo.
– ¿Qué tan importante es participar en los eventos especializados en todo el mundo? ¿Qué empeño comporta organizar todos los meses una o más ferias?
Las ferias son importantes porque representan una ventana hacia el mercado y le permiten a la empresa hacerse notar. Organizar la participación en los eventos especializados es algo complejo, sobre todo porque a menudo decidimos llevar varias máquinas para ofrecer un panorama más amplio de nuestro trabajo. En 2013, P.E. Labellers entró a formar parte de una sociedad, denominada “rete”, en colaboración con IPACK IMA, para llevar el made-in-Italy al resto del mundo, y presentarnos en los distintos mercados en vía de desarrollo, proponiéndonos como un consorcio de siete empresas pertenecientes al mundo del embalaje y que colaboran, sin competir entre ellas, para ofrecer productos y servicios que se complementan entre sí.
«Rete» nos da la posibilidad de participar en ferias a las cuales una empresa no iría sola, puesto que resultaría demasiado costoso y el empeño requerido para la organización sería excesivo. Esta fórmula ha demostrado ser una estrategia ganadora, ya que, según se dice “la unión hace la fuerza”.
– Para concluir, tres adjetivos que lo definen un empresario exitoso.
¡Yo no me considero exitoso! Hay que estar al día en todo momento; solo con gran empeño y dedicación en lo que se hace se puede obtener gran satisfacción: hay que correr constantemente para llegar cada vez más lejos.
